cambiamos nosotros. la realidad demuestra que de alcanzar la meta soñada, paradójicamente, se produce un nuevo "ciclo del deseo" pues el Ego vuelve a generar nuevos deseos. En cada etapa de la vida siempre se presenta una pregunta que nos acompaña diría yo, toda la vida y es precisamente, ¿ por qué nuestro ser no logra finalmente alcanzar la plenitud?, y es quizás por el hecho de que con el transcurrir de los años el ser humano experimenta al igual que todos los seres vivos sobre este planeta un proceso de evolución, que hace que una vez logrado cierto objetivo necesite plantearse nuevas y más audaces metas en la vida. Lo cual nos convierte en seres inconformes de las cosas que logramos y de las personas que nos rodean, y lamentablemente en esa búsqueda peremne de lo que no tenemos, desperdiciamos muchas veces el apreciar y disfrutar las cosas más hermosas de la vida, que por cierto casí siempre son las más simples y las que siempre tenemos al alcance sin percatarnos de su esencia.
Ser feliz es cuestión de uno mismo, por un lado, pero es una paradoja serlo ¿Por qué? Porque el mundo enseña que es feliz quien tiene éxito, dinero, placeres... El Señor Jesucristo,
enseñó a sus discípulos, en el famoso Sermón de la Montaña, o Sermón de la felicidad.
Una tarde, hace muchísimo tiempo, Dios convocó a una reunión. Estaba invitado un ejemplar de cada especie. Una vez reunidos, y después de escuchar muchas quejas, Dios soltó una sencilla pregunta: "¿Entonces, qué te gustaría ser?” Cada animal respondió sin tapujos y a corazón abierto: La jirafa dijo que le gustaría ser un oso panda, el elefante pidió ser mosquito. El águila, serpiente. La liebre quiso ser tortuga, y la tortuga, golondrina. El león rogó ser gato. La nutria, carpincho. El caballo, orquídea. Y la ballena solicitó permiso para ser zorzal... Le llegó el turno al hombre, quien casualmente venía de recorrer el camino de la verdad, hizo una pausa, y esclarecido exclamó: "Señor, yo quisiera ser... feliz."
Es interesante notar que el ser humano es infeliz, porque esta insatisfecho con lo que es y lo que tiene, quiere ser otra cosa y tener más. Es obvio, que debemos aspirar a más, pero sin ansiedad y codicia. Es clave mirar la gente y darle un mensaje de felicidad, de esperanza, de ánimo. Sea usted feliz, porque es un hijo(a) de Dios, porque tiene vida en Cristo, porque tiene sentido adorar y servir al Señor.
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos
Mateo 5:3
Que ironía, cuando uno cree que ser feliz, es tenerlo todo, salud, dinero amor y nada de Dios. Ser feliz, es sentirse satisfecho, es tener una meta terminada. En la Biblia ser feliz, es reconocer su necesidad de Dios.
Las bienaventuranzas, o los dichosos, son aquellas personas que, han hecho o tomado la decisión de seguir e identificarse con el Señor Jesucristo para ser obedientes a sus mandatos. Ser pobre en espíritu, es reconocer su calamidad de Dios, es poner primero al Señor y no los bienes materiales, estos tienen su lugar. Reconocer que cada creyente necesita la Palabra para ser guiado, la oración y meditación.
Bienaventurado el varón que…en la ley del Señor está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.
Salmo 1:1-3.
Tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón.
Jeremías 15:16.
Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino
Salmo 119:105
Daniel oró. Leamos la Biblia en oración, pidiendo a Dios que nos ayude a comprenderla y vivirla. Reservemos un momento cada día para orar y leer la Palabra de Dios.
No temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender
y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras
y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras
Daniel 10:12
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